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Economía de la divisa blanda: 29. Comercio exterior

Escrito por Warren Mosler

Índice de la obra

A tenor de las recientes discusiones, parece que el mundo moderno se ha olvidado de que las exportaciones son el coste de las importaciones. Bajo un patrón oro, cada transacción estaba definida más claramente. Si uno importaba coches, y pagaba en divisa, los coches se habían intercambiado por oro. Los coches eran importados y el oro era exportado. La moneda fiduciaria cambió esto. Si una nación importa coches y paga en su propia moneda fiduciaria, se siguen importando coches pero no se exporta ninguna mercancía. El tenedor de ese dinero tiene una divisa definida muy vagamente. De hecho, al tenedor de este dinero solo se le garantiza poder comprar algo de un vendedor dispuesto a vender a su precio de oferta. Cualquier país que mantenga un balance positivo en su comercio exterior corre el riesgo inherente en acumular moneda fiduciaria extranjera. Los bienes y servicios reales dejan el país exportador neto a cambio de la incierta capacidad para importar en el futuro. El país importador obtiene bienes y servicios reales, comprometiéndose solamente a una exportación posterior a las economías que posean la moneda local al precio que le plazca. Esto significa que si los Estados Unidos aplicaran de repente un impuesto sobre las exportaciones, el poder  de compra de Japón quedaría mermado.

Traducción de Miquel Bassart i Loré

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