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Las leyes que obligan a los bancos y otras instituciones depositarias a mantener una cierta fracción de sus depósitos en reserva (NT: conocidas en España como encaje bancario o coeficiente de caja), en activos muy seguros, se han incorporado al sistema bancario desde 1863, mucho antes del establecimiento del Sistema de la Reserva Federal en 1913. Antes de la existencia de la Reserva Federal, se pensaba que los requisitos de reserva ayudaban a garantizar la liquidez de los billetes y depósitos bancarios. Pero al sucederse periódicamente las corridas bancarias y los pánicos financieros, se hizo evidente que los encajes no garantizaban la liquidez. La noción de los requisitos de reserva como fuente de liquidez desapareció por completo con la creación del Sistema de la Reserva Federal como prestamista de última instancia.
Desde 1913 se han asociado con los coeficientes de encaje obligatorios dos tipos de funciones primordiales: control de dinero y una fuente de ingresos para el Tesoro. La Reserva Federal ha visto las requisitos de reserva como un mecanismo para estabilizar la oferta monetaria. La Fed ha buscado establecer coeficientes de encaje como un componente del proceso de control de la oferta monetaria. El objetivo de la Fed es controlar la oferta de reservas. En la teoría basada en el patrón oro, un aumento en la cantidad de reservas proporcionadas al sistema bancario debería estar asociado con un aumento en los depósitos computables en un monto que es un múltiplo del incremento de reservas. (Hoy, sin embargo, los bancos otorgan préstamos independientemente de su posición. Esta desviación crítica se discutirá más adelante).
Los requisitos de reserva también resultan en un impuesto implícito sobre los bancos porque las reservas mantenidas en la Fed no generan intereses. Por tanto, los encajes bancaarios reducen los ingresos de los bancos miembros. La carga de un nivel dado de encaje legal depende en gran medida del nivel de los tipos nominales de interés: cuanto mayores son los tipos, mayor es la pérdida de ingresos. La magnitud del impuesto del encaje bancario ha variado considerablemente durante los últimos años. el quebranto de intereses alcanzó los 4 mil millones de dólares de EEUU al año. En el cuarto trimestre de 1992, el impuesto efectivo se situaba en una tasa de $ 700 millones por año. Aunque el monto del impuesto del encaje bancario ha disminuido en los últimos años debido a que los tipos de interés nominales han caído, su impacto depende del tipo impositivo efectivo más que del monto total. Cuanto mayor sea el tipo impositiva efectivo sobre los bancos, menor será el rendimiento neto de los préstamos.
Como implica la teoría fiscal elemental, cuanto mayor sea la tasa impositiva sobre la producción de cualquier producto, mayor será el precio pagado por los demandantes de ese producto y menor será el precio recibido por los proveedores de ese producto. Los impuestos introducen una brecha entre los precios pagados y los precios recibidos. Los prestatarios pagan más y los bancos reciben menos por los préstamos. Una forma sencilla en la que la Fed podría eliminar el impuesto del encaje bancario a los bancos es pagar intereses sobre las reservas. Si la Fed pagara una tasa de interés de mercado sobre los saldos de reservas obligatorias, el impuesto sobre el encaje bancario esencialmente se eliminaría, al igual que la distorsión del impuesto sobre la asignación de recursos. En el pasado, las propuestas de pagar intereses sobre los saldos de reservas obligatorias han encontrado resistencia porque reducirían las ganancias remitidas por la Fed al Tesoro.
El impuesto del encaje bancaro siempre ha desalentado el ingreso en el Sistema de la Reserva Federal. Para reducir la carga del impuesto, se promulgó una legislación que permite a los bancos utilizar el efectivo de la caja fuerte para satisfacer sus requisitos de reserva. Este cambio se introdujo gradualmente a partir de diciembre de 1959. A fines de 1992, el 56 por ciento de los saldos del coeficiente de encaje se materializaban en el efectivo en la caja fuerte. Pese a los esfuerzos del Sistema de la Reserva Federal, la membresía disminuyó constantemente. En 1959 aproximadamente el 85 por ciento de todos los depósitos líquidos estaban en los bancos miembros. En 1980, la cuota de los depósitos líquidos en los bancos miembros habían caído a menos del 65 por ciento.
En respuesta a la disminución del número de miembros, la Fed buscó cambios, además de la eliminación del impuesto del coeficiente de encaje, para evitar que esta deserción socavase aún más la eficacia de la política monetaria. En 1980, el Congreso aprobó una ley para reformar las reglas del coeficiente de caja. La Ley de Control Monetario de 1980 mandó que la Reserva Federal estableciera coeficientes universales de caja para todas las instituciones depositarias, fuesen o no miembros. La ley también simplificó el esquema del coeficiente de encaje.
Traducción de Stuart Medina Miltimore
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Economía de la divisa blanda. 15. El mecanismo de redescuento: Historia y operativa