Publicado originalmente el 7 de enero en el blog de Bill Mitchell
Así pues, Gran Bretaña finalmente se liberó, en cierto modo, de la Unión Europea la semana pasada. No he leído completamente los términos de la partida, pero, por lo que llevo hasta ahora del texto (varios cientos de páginas), me lleva a concluir que Gran Bretaña no se ha liberado completamente de la camarilla corporativista que es la Unión Europea. El acuerdo contempla el establecimiento de un Consejo de Asociación que encadena a la Gran Bretaña en un proceso burocrático sin fin dominado por tecnócratas -el tipo de cosas en las que la UE se deleita que no llevan a ninguna parte. Sin embargo, en general, a pesar de todos los detalles, la configuración de políticas futuras de Gran Bretaña estará guiada por su sistema de gobierno y se resolverá dentro de sus propias instituciones. Eso significa que el Partido Laborista tiene la oportunidad de impulsar realmente una agenda progresista. Dudo que así sea, pero ya no hay excusas. Lo cual me lleva a revisar algunos datos que muestran cómo las reglas fiscales impuestas por la Unión Europea, particularmente en los 19 Estados miembros que entregaron sus monedas, han limitado la prosperidad y han ido en contra de todo lo que se les dijo a los ciudadanos.
El pacto atenuado de estabilidad y crecimiento
Hay algunos economistas progresistas que afirman que, con la relajación de las estrictas reglas fiscales en la zona euro, junto con el programa masivo PEPP (Programa de Compras de Emergencia Pandémica) del BCE, hay poca diferencia entre ser un emisor de moneda formal, como Estados Unidos, Japón o Australia y los 19 estados miembros de la UME (Unión Monetaria Europea).
Los datos del último – Monitor Fiscal del FMI – (publicado el 14 de octubre de 2020) son reveladores al respecto.
El primer gráfico muestra la Respuesta Fiscal Discrecional a la Crisis de COVID-19 en Economías Seleccionadas medida por el “gasto adicional e ingresos sacrificados”.
El segundo gráfico muestra la respuesta fiscal en términos de capital, préstamos y garantías, es decir, las llamadas medidas de liquidez.
En general, la primera clase de medidas de estímulo son más directas y tienen efectos multiplicadores más altos que las medidas de liquidez.
Clasifiqué las naciones por tamaño de estímulo y las naciones de estímulo más pequeñas son predominantemente los Estados miembros de la zona euro (barras rojas).

Respuesta fiscal discrecional a la COVID-19 en determinadas economías – gasto e ingresos sacrificados
El segundo gráfico muestra que los Estados miembros de la UEM están más comprometidos con las medidas de liquidez, que suelen ser muy condicionales y deben reembolsarse cuando el crecimiento vuelve (o no).
Las medidas de liquidez tienden a restringir la elección de políticas flexibles, por lo que la Comisión Europea las prefiere.

Respuesta fiscal discrecional a la COVID-19 en determinadas economías – medidas de liquidez
Se podría argumentar que la necesidad de estímulo en la Eurozona fue menor que en las otras naciones que se muestran en el primer gráfico que inyectaron un estímulo fiscal considerable para apoyar a sus naciones durante la pandemia.
También recuérdese que el resultado fiscal es endógeno y no está controlado por las opciones discrecionales del gobierno.
¿Por qué? El saldo final está determinado en parte por el nivel de actividad (porque los ingresos fiscales y los gastos sociales son sensibles a la actividad). Por tanto, las naciones que proporcionaron un gran apoyo fiscal podrían haber estado respondiendo a un colapso masivo de la producción.
Todavía estoy trabajando en los datos en este momento y luego informaré mis hallazgos sobre la relación entre el gasto adicional y los datos de ingresos sacrificados y el crecimiento del PIB real.
Pero lo que parece demostrado es que, si bien las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento se han relajado temporalmente, los Estados miembros no han aumentado sus déficits tanto como muchas otras naciones no pertenecientes a la UME, algunas de las cuales aparecen en este conjunto de datos del FMI.
Supongo que la cultura de la austeridad está ahora tan arraigada después de veinte años de pertenencia a la zona euro que toda ambición se ha sofocado y los gobiernos están dispuestos a supervisar resultados deficientes.
La hipótesis alternativa, que no contradice necesariamente esa conjetura, es que estas naciones saben muy bien lo que sucederá cuando Bruselas decida volver a aplicar el Procedimiento Déficit Excesivo y empezar a exigir un renovado impulso de austeridad.
Por lo tanto, mantenerse lo más cerca posible de las reglas alivia las dificultades futuras.
Consideremos la evidencia
En febrero de 2019, los Centros para la Red de Políticas Europeas (cep) publicaron un informe, 20 años del euro: ganadores y perdedores: un estudio empírico, que generó una controversia.
¿Por qué?
Porque los resultados demostraron lo mal que les había ido a los países como resultado de su pertenencia a la Unión Económica y Monetaria.
La pregunta que el estudio quería responder era:
¿Cuán alto habría sido el PIB per cápita de un país específico de la eurozona si ese país no hubiese introducido el euro?
El estudio utilizó el llamado “método de control sintético”:
… Para analizar qué países se han beneficiado del euro y cuáles han salido perdiendo.
La técnica utilizada por los investigadores del CEP se resume a continuación:
1. Crear un grupo de “control” -insinuándose la mayor autoridad de la investigación en ciencias físicas que, a diferencia de las ciencias sociales, puede realizar experimentos con “controles” adecuados.
Esto significa que “la tendencia real del PIB per cápita de un país de la eurozona se puede comparar con la tendencia hipotética suponiendo que este país no hubiese introducido el euro (escenario hipotético)”.
El contrafactual se cuantifica por lo que sucede en el “grupo de control”:
… Se genera extrapolando la evolución del PIB per cápita de otros países que no introdujeron el euro y que, en años anteriores, registraron tendencias económicas muy similares a la del país de la eurozona en cuestión (grupo de control).
2. Las naciones no pertenecientes a la eurozona que componen el grupo de control se ponderan, de 0% a 100%, de acuerdo con la forma en que cada nación del grupo “se parece mucho a la tendencia del PIB per cápita del país de la eurozona antes de introducir el euro. ”
Estaos ponderaciones son puramente estadísticos e instrumentales.
3. Crean esos “ajustes” estadísticos para los datos entre 1980 y 1996 (es decir, antes de que el proceso de convergencia comenzara a matar el crecimiento en las naciones de la zona euro).
4. Las naciones más ponderadas en la segunda parte del proceso (posterior a la introducción del euro) son aquellas que coinciden con la trayectoria de crecimiento de las naciones del euro (antes del euro).
5. Se realiza una comparación post-euro entre el crecimiento previsto para el grupo de control (según las ponderaciones) y el crecimiento de cada Estado miembro del euro, y la diferencia se atribuye a la decisión de unirse a la UEM.
Ya he comentado esta técnica estadística anteriormente en relación con estudios británicos que intentaron utilizarla para decir que el Brexit sería desastroso.
Vea esta publicación de blog – Cómo distorsionar el debate Brexit – ¡Excluya factores significativos! (25 de junio de 2018).
Puede aprender sobre la técnica en esta página: Paquete Synth. Yo mismo he trabajado con el software (versión R) y, si bien es bastante especulativo, hay resultados útiles que se pueden compartir siempre que las ‘ponderaciones’ no estén distorsionadas y reconociendo que los factores exógenos (aquellos no considerados durante el período de pos-control) podría influir.
Mi crítica al uso de este enfoque en el contexto del Brexit se debió exactamente a que los investigadores habían ignorado (probablemente adrede) la conducción de la política fiscal (antes y después del referéndum).
Los investigadores preguntan:
¿… cuánto más alto o más bajo habría sido su PIB per cápita, en 2017 … y en general … si no hubieran introducido el euro?
Los resultados se resumen en la siguiente tabla:

Efectos de la introducción del euro sobre el PIB en 2017 (nota: en inglés billion es mil millones)
Se explican por sí mismos y son devastadores.
Escriben:
En 2017, de los países de la eurozona examinados, solo Alemania y los Países Bajos se beneficiaron del euro. En Alemania, el PIB aumentó en 280 000 millones de euros y el PIB per cápita en 3.390 euros. Italia fue el mayor perdedor. Sin el euro, el PIB italiano habría sido superior en 530.000 millones de euros, lo que corresponde a 8.756 euros per cápita. También en Francia, el euro ha provocado importantes pérdidas de prosperidad de 374.000 millones de euros en total, lo que corresponde a 5.570 euros per cápita.
La situación habrá empeorado en los últimos tres años desde posteriores al conjunto de datos que utilizaron.
También calcularon una tabla de ganancias / pérdidas acumuladas “para todo el período desde el año de introducción – 1999 en todos los países excepto Grecia, para Grecia 2001 – hasta 2017”.
Así pues, si vive en Francia, cada ciudadano (en promedio) habría sufrido un detrimento de 55.996 euros en 2017. Italia aún peor: menos 73.605 euros en promedio por persona.

Efectos acumulados de la introducción del euro sobre la prosperidad entre 1999 y 2017. (NT: en inglés billion es mil millones)
Claramente no hay convergencia.
Claramente no hay prosperidad.
Claramente no es un fenómeno a corto plazo.
Claramente impregnado en la estructura institucional y legal del sistema monetario.
El 1 de marzo de 2019, cep.eu publicó un comunicado de prensa bastante extraordinario – Declaración sobre las reacciones al estudio 20 años del euro – para abordar lo que dijo era un “entorno altamente político”, que había llevado al estudio a recibir un ” gran número de reacciones ”.
Buscaron aclarar algunos puntos.
Obviamente, fueron atacados por proporcionar pruebas que demostraban que la UEM había fracasado y la inferencia lógica era que las naciones deberían irse.
La organización respondió de esta manera:
Los resultados del estudio no muestran que sería mejor para un estado del euro retirarse del euro. Por el contrario, los Estados del euro que aún no se han beneficiado del euro deben llevar a cabo reformas, en particular para aumentar la competitividad, para beneficiarse del euro. Esto se señaló varias veces en el estudio. Retirarse del euro implicaría riesgos inmanejables y, por tanto, no redundaría en una mejora de la prosperidad de ninguno de los países en comparación con el statu quo. Las reformas son, por tanto, la única alternativa.
Lo que me pareceió una demostración increíble del pensamientogreagario de la zona euro que destaqué en mi libro de 2015, La distopía del euro: pensamiento gregario y negación de la realidad (publicado en mayo de 2015).
Bien, pues si lees el informe con atención, dicen cosas como:
1. “En las décadas anteriores a la introducción del euro, Francia devaluó regularmente su moneda con este fin. Después de la introducción del euro, eso ya no fue posible. En cambio, se necesitaban reformas estructurales “.
2. “Italia todavía no ha encontrado la forma de volverse competitiva dentro de la eurozona. En las décadas anteriores a la introducción del euro, Italia devaluó regularmente su moneda con este fin ”.
En otras palabras, cep.eu no puede concluir que las naciones estarían en todo caso mejor dentro de la UEM seimpre que introdujeran reformas estructurales.
Estas reformas implican recortar las protecciones laborales, los niveles salariales, las pensiones, aumentar las horas de trabajo, etc.
Todas esas cosas que empeoran perjudican a las PERSONAS, aumente o no la renta nacional.
Redistribuyen toda renta nacional producida cada vez más hacia el extremo superior de la distribución y lejos de los trabajadores.
Si una nación abandonara la UEM y permitiera que su tipo de cambio resuelviera las diferencias de productividad y costos, creo que estaría mucho mejor que permaneciendo en este sistema de trituració neoliberal que hasta ahora solo ha destruido la prosperidad para la mayoría de los Estados miembros.
Conclusión
Gran Bretaña ha abandonado la UE.
Eso significa que ha dejado una estructura organizativa que tiene la ideología neoliberal incrustada en los mismos fundamentos legales del sistema.
No significa, claramente, que haya abandonado sus propias inclinaciones neoliberales.
Pero ahora esa ideología está operando en la dimensión política más que en la base del sistema monetario.
Eso significa que un Partido Laborista progresista (o un Partido Conservador reformado) puede ir más allá de este período neoliberal que ha dañado la prosperidad y la cohesión social para adoptar políticas mucho mejores dirigidas al crecimiento sostenible, la infraestructura pública, la salud y la educación públicas y más.
Ya no está limitado por un neoliberalismo “legal”. Ahora todo queda en el ámbito político.
Lamentablemente, el Partido Laborista no parece ser capaz de aceptar este desafío.
¡Por hoy basta!
Traducción de Stuart Medina Miltimore
Hace unos años, tras el referéndum del Brexit, escribí este post que creo sigue teniendo validez https://blogs.elpais.com/alternativas/2016/06/el-error-habermas.html