Enmienda a los estatutos de Red MMT
En una asamblea celebrada en enero los miembros de Red MMT hemos aprobado la siguiente enmienda a nuestros estatutos (en azul el texto añadido)
Artículo 6. Fines
Los fines de la Asociación se centran en la difusión y promoción de la teoría monetaria moderna con especial atención a la popularización del conocimiento de las finanzas funcionales, como marco conceptual desde el cual se puedan acometer políticas económicas que conlleven de manera simultánea pleno empleo y estabilidad de precios, y la promoción del ejercicio de la soberanía monetaria de todos los pueblos.
Artículo 7. Actividades
Para la consecución de sus fines, la Asociación realizará las siguientes actividades:
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- La organización, gestión y administración de cursos y seminarios, conferencias, jornadas, coloquios y otras actividades que hagan referencia a los fines de la Asociación.
- La elaboración, edición, publicación y difusión de trabajos de estudio, investigación o formación realizados por la Asociación o por personas físicas o jurídicas que se crean de interés, así como las traducciones o la reproducción de informes o trabajos que se crean necesarias.
- La elaboración, definición y proposición de políticas públicas que contribuyan al fortalecimiento del Estado Social y Democrático de Derecho.
- La elevación de consultas a un “Consejo Científico” que, en su caso creará la Asociación y estará integrada por personas expertas en Teoría Monetaria Moderna, que asesorará a los miembros de la RED MMT España en cuestiones relacionadas con los fines anteriormente definidos y que le sean planteadas por la Junta Directiva.
- La colaboración puntual y, en su caso, formalizada mediante convenios de colaboración con cualesquiera asociaciones, fundaciones o entidades que coincidan con los fines de la Asociación.
- La realización de cualesquiera acciones que contribuyan a la mejora de las políticas públicas desde una óptica progresista.
- La promoción activa de la salida de España del euro como elemento necesario para el ejercicio real de la soberanía económica y, por tanto, de una democracia plena.
- La elaboración de un plan detallado para la salida del euro.
- El apoyo a toda organización de la sociedad civil y partidos políticos, cuyos valores sean compatibles con los de la Asociación Red MMT, que explícitamente solicite la salida de España del euro o el desmantelamiento de la zona euro.
- El análisis y estudio de las condiciones y estrategias que permitan a los pueblos progresar en el pleno disfrute de su soberanía monetaria.
Por qué ha introducido Red MMT esta enmienda a sus estatutos.
A diferencia de lo que suelen afirmar personas que pretenden criticar la teoría monetaria moderna (TMM) sin conocerla, la TMM no es un régimen que se decide aplicar o no en función de unas preferencias políticas. La T de TMM significa “teoría”. Una teoría es «un sistema lógico-deductivo constituido por un conjunto de hipótesis comprobadas, un campo de aplicación (de lo que trata la teoría, el conjunto de cosas que explica) y algunas reglas que permitan extraer consecuencias de las hipótesis. En general las teorías sirven para confeccionar modelos científicos que interpreten un conjunto amplio de observaciones, en función de los axiomas o principios, supuestos, postulados y consecuencias; congruentes todos ellos; de la teoría.»
Por tanto la TMM no es un régimen político sino que aporta una perspectiva, una lente, que nos permite analizar nuestro sistema económico. En contraste con las demás escuelas de pensamiento económico, la TMM ha aportado una de las descripciones más rigurosas y completas de nuestros sistemas monetario y fiscal. Crucial en el análisis de la TMM es la distinción entre el emisor de la divisa y el usuario señalando que el primero ejerce una posición de monopolio que lo diferencia de otros agentes económicos como los hogares o las empresas.
Asimismo la TMM ha examinado la cuestión de la soberanía monetaria, ha explicado que esta se puede entender como un espectro—desde los estados que la ejercen plenamente hasta aquellos que renuncian a ella prefiriendo utilizar la divisa de una potencia extranjera, pasando por las uniones monetarias como la del Franco CFA en varios países africanos o la Unión Monetaria Europea y aquellos que la anclan a una divisa extranjera— y ha analizado las limitaciones al ejercicio de la política fiscal que se presentan para aquellos estados que deciden no ejercerla.
En principio los economistas que se adhieren a la TMM no tendrían por qué pronunciarse respecto a las decisiones que los estados adoptan de forma libre y soberana —preferentemente de forma democrática— en relación al régimen monetario que eligen implantar. Si un Estado decide no ejercer su soberanía monetaria la misión del economista podría limitarse a explicar qué implicaciones tiene esa decisión de forma aséptica y objetiva.
Sin embargo, los pensadores de la TMM han señalado que muchos de los problemas de las sociedades modernas se podrían resolver aprovechando con plenitud las capacidades fiscales de los estados que emiten una moneda fiduciaria no convertible. Así, por ejemplo, los economistas de la TMM han abogado por la introducción de un plan de empleo garantizado como instrumento de estabilización macroeconómica que además contribuye a eliminar la pobreza y la exclusión social. Tal propuesta es inviable en un estado sin soberanía monetaria integrado en una unión monetaria que garantiza la libertad de circulación de capitales y personas como es el caso de España dentro de la Unión Europea.
Ante las limitación al ejercicio de la soberanía monetaria —tales como las que rigen en los países que pertenecen a la Unión Monetaria Europea, el Franco CFA, o las que se derivan de la emisión de deuda pública denominada en divisas extranjeras, las políticas de gestión del tipo de cambio o la renuncia a emitir una divisa propia (como en el caso de Ecuador)—, Red MMT se podía haber posicionado de tres formas:
- Una posición “agnóstica” que meramente describiera las características de estos regímenes monetarios.
- Una posición prescriptiva recomendando ya mejoras a los regímenes monetarios existentes (por ejemplo propuestas de reforma del régimen monetario europeo) ya prescripciones de política económica consistentes con éstos.
- Una posición militante abogando claramente por el pleno ejercicio de la soberanía monetaria.
Existen muchos argumentos a favor de cada una de estas posturas y se han debatido en la asociación. Sin embardo la posición que se ha adoptado por mayoría ha sido la tercera.
Ha pesado en este sentido una apuesta por una visión ética de la economía. Numerosas profesiones han desarrollado códigos deontológicos que definen un conjunto más o menos amplio de criterios, normas y valores que formulan y asumen quienes llevan a cabo una actividad profesional Estos pueden tener mayor o menor alcance pero, en el ámbito de la medicina, sin duda es célebre el principio definido con la expresión latina primum non nocere.
La TMM ha sido acogida con simpatía por muchas personas que buscaban no solo una escuela de pensamiento que les ayudara a entender la realidad sino también propuestas de política alternativas diferentes a las que proceden del pensamiento económico dominante y que han sido tremendamente lesivas para la sociedad. Un código deontológico para los economistas de la TMM les obliga a la sinceridad en el análisis de la realidad y a la honestidad en la elaboración de propuestas políticas. En este sentido, proponer el pleno ejercicio de la soberanía monetaria, sería el primum non nocere de las prescripciones de política económica
Nos parecía que limitarnos a dar a las personas una visión meramente aséptica decepcionaría a aquéllas que buscan algo más que una mera interpretación de la realidad. Asimismo nos parecía deshonesto plantear que un conjunto de reformas podría hacer más funcionales sistemas monetarios que de ninguna manera pueden serlo. Ciertamente desde la TMM se ha explicado que el euro podría aportar a los gobiernos la flexibilidad de la que disfruta un monopolista de la divisa, ya fuera mediante un acuerdo que permitiera la financiación monetaria directa del Banco Central Europea o la creación de una instancia federal europea. Sin embargo nos parece obligado reconocer la realidad de que estas opciones no gozan de apoyo entre la población de muchos estados de la Unión Europea y que, por tanto, son impracticables. En estas circunstancias defender una posición neutral equivalía a renunciar a las promesas que una política económica informada por la TMM ofrece y un fraude a la opinión pública.
Como ciencia social la Economía está emparentada con la ética y se se ocupa del bienestar desde la racionalidad. La postura más honesta, ética y digna es explicar sin tapujos a la sociedad las implicaciones de no ejercer la soberanía monetaria y ofrecer herramientas para obtenerla, sin distraerse con cantos de sirena de reformas inalcanzables, y despejar las supersticiones y temores infundados a los “monstruos” que supuestamente se ocultan bajo las aguas de los mares inexplorados de la salida del euro.
Un Estado que renuncia al monopolio de la divisa tendrá muchas limitaciones a la hora de asegurar el bienestar de su población. Así, en España, la carencia de una auténtica soberanía monetaria, incluso desde antes de nuestra entrada en la Unión Monetaria Europea, ha convertido en meras declaraciones formales sin ninguna vigencia efectiva derechos recogidos en la Constitución Española tales como el empleo (artículo 35) o la vivienda (artículo 47).
El pensamiento económico dominante ha conseguido convencer a los políticos y a la sociedad de que es conveniente que la moneda sea controlada por una entidad independiente gestionada por técnicos, supuestamente en beneficio del pueblo. El sistema monetario actual arranca la soberanía monetaria del parlamento, legítimo depositario de la voluntad popular, y se lo entrega a unos tecnócratas que no responden ante ninguna instancia democrática. Estamos ante una nueva forma de despotismo ilustrado: todo por el pueblo pero sin el pueblo.
El pensamiento económico dominante ha conseguido convencer a los políticos y a la sociedad de que es conveniente que la moneda sea controlada por una entidad independiente gestionada por técnicos, supuestamente en beneficio del pueblo. El sistema monetario actual arranca la soberanía monetaria del parlamento, legítimo depositario de la voluntad popular, y se lo entrega a unos tecnócratas que no responden ante ninguna instancia democrática. Estamos ante una nueva forma de despotismo ilustrado: todo por el pueblo pero sin el pueblo. Lamentablemente este despotismo ilustrado ha conseguido pésimos resultados a la luz de las crecientes tasas de desempleo, desigualdad y malestar que están sufriendo muchos pueblos, especialmente los pueblos del sur global. Por ese motivo postulamos desandar el camino por el que se introdujeron nuestras naciones al iniciarse la era neoliberal.
Defendemos una reforma constitucional que declare inalienable la soberanía monetaria de la nación sometiéndola al parlamento para así garantizar el control democrático de la política monetaria
Defendemos una reforma constitucional que declare inalienable la soberanía monetaria de la nación sometiéndola al parlamento para así garantizar el control democrático de la política monetaria, tal como ocurre con cualquier otra competencia. Tal reforma limitará las funciones del banco central a la mera ejecución de las tareas administrativas que le son propias: la gestión del sistema de compensación de pagos, la supervisión bancaria y la garantía de la liquidez del sistema bancario y del mercado de deuda pública. La definición de los objetivos de política económica corresponderá en exclusiva a los parlamentos y su ejecución al gobierno que empleará los instrumentos de política fiscal y monetaria que considere necesarios para alcanzaros dando en su caso las instrucciones pertinentes al banco central en lo relativo a la gestión de la política monetaria.
Nuestra decisión de incorporar la lucha por la soberanía monetaria a las misiones de nuestra asociación nos coloca en un lugar sin duda incómodo, fastidioso incluso para el poder, pero en una vanguardia en la que, por el momento, nos acompañan en nuestro país tan solo unas pocas organizaciones y algunas mentes lúcidas. Constituye un primer paso en un largo camino hacia una España con mejores políticas económicas, más justa, más solidaria, más democrática y más próspera. Sed valientes y no nos dejéis solos: acompañadnos en este camino.
El beneficio total que es posible implícitamente utilizando una comprensión de la TMM sólo puede lograrse mediante la implementación de una Garantía de Empleo que permita alcanzar el pleno empleo. Este mecanismo de pleno empleo no es compatible con la limitación que la Eurozona impone a los estados miembros, privando así a estos estados de la consecución del pleno empleo en beneficio de sus ciudadanos. Abogar por el establecimiento de la plena soberanía monetaria parece, por tanto, no sólo lógico, sino también un imperativo moral que la Red TMM España, en mi opinión, abraza ahora con acierto.