Destacado Teoría

Política cambiaria y pleno empleo

Escrito por Warren Mosler

Publicado en inglés originalmente en 2007

Introducción

El grupo postkeynesiano se ha diferenciado reiteradamente de la corriente dominante actual al proponer varias formas de controles de capital y políticas de tipo de cambio fijo. Se argumenta que la volatilidad de la divisa, particularmente la causada por los especuladores, es perjudicial para la economía real. Notable es la reinterpretación de Paul Davidson del plan Bancor de Keynes, por ejemplo, que propone un sistema de tipo de cambio fijo pero ajustable.

La corriente dominante generalmente apoya los tipos de cambio flotantes y la “libre circulación de capitales”, pretendiendo que la estructura institucional adicional de los tipos de cambio fijos y otras formas de control de capitales interfieren con las fuerzas del mercado. Sin embargo, las recientes turbulencias financieras mundiales parecen estar modificando la tolerancia del mainstream hacia una variedad de controles de capital en países con problemas, lo cual permite su utilización como experimentos de laboratorio en el mundo real.

Esta presentación reconocerá el beneficio de crear un marco institucional dentro del cual las fuerzas del mercado funcionen para lograr objetivos económicos determinados políticamente.

Dados los objetivos del pleno empleo, la estabilidad monetaria y tal vez el crecimiento económico específico, y dado que esta es una conferencia de Bill Mitchell, no debería sorprenderles que espero convencerlos de que todo esto se puede lograr directamente a través de un empleo garantizado de servicio público y una política de tipo de cambio flotante. Permítanme añadir que el empleo de servicio público básico (SPB) no tiene nada que ver con ningún derecho humano inalienable al trabajo. La cuestión real es este: si un gobierno impone un impuesto pagadero en su propia moneda, es lógicamente absurdo no darle al sector privado un medio para obtener las unidades de moneda deseadas tanto para pagar el impuesto como para conseguir un ahorro neto esa unidad de cuenta. El SPB es un medio para permitir que el sector privado gane las unidades monetarias que desea por encima y más allá de las proporcionadas por el resto del gasto público.

La combinación del SPB y de los tipos de cambio flotantes garantiza por definición directamente el pleno empleo permanente y debería promover una relación de intercambio favorable, como se examinará más adelante. Además, al crear este marco institucional, las opciones políticas reales y la flexibilidad aumentan drásticamente. Por ejemplo, las prestaciones sociales se pueden introducir de “abajo hacia arriba” para abordar las desigualdades percibidas de ingresos, consumo y calidad de vida.

Tipos de cambio fijos y desempleo

En países como Tailandia, Malasia, Indonesia, Rusia y Hong Kong, la producción ha disminuido repentina y bruscamente, y el desempleo ha aumentado abruptamente. Diversas políticas de tipo de cambio fijo, incluida la junta monetaria de Hong Kong, no han mantenido a la población plenamente empleada. Trataré de convencerles de que no podía ser de otro modo.

El problema es que la política monetaria y fiscal necesaria para mantener el pleno empleo concluirá periódicamente en un ataque a una moneda de tipo de cambio fijo, lo que resultará en la pérdida de las reservas de divisas del país y la devaluación forzada.

Además, de forma perversa, cualquier debilidad económica resultante de una política fiscal restrictiva diseñada para fortalecer la moneda puede reducir los pasivos fiscales en moneda local y causar una mayor debilidad de la moneda y pérdida de reservas.

Un tipo de cambio fijo conlleva la fijación del tipo de cambio al dólar de EEUU, aunque hay algunos ejemplos de fijación al marco alemán. Esto ha sido una ventaja para los Estados Unidos, permitiendo a los Estados Unidos tener un déficit comercial persistente sin experimentar un deterioro de sus términos de intercambio, y tal vez incluso mejoren, a expensas de las naciones que comercian con los Estados Unidos. Peter Bernstein declaró recientemente:

“El estándar del dólar ha reemplazado al patrón oro en las finanzas internacionales, un papel que ha desempeñado admirablemente en los últimos años. Esta asignación también ha beneficiado a los estadounidenses, porque los extranjeros se contentaban con acumular el creciente número de dólares que les hemos estado transfiriendo a cambio de un creciente suministro de bienes y servicios importados”.

Los Estados Unidos, por supuesto, están a todos los efectos prácticos ciegos a esta ventaja y, por lo tanto, no la han aprovechado plenamente. El propio Peter Bernstein no parece comprenderlo del todo, cuando añade:

el dólar es el activo más “sobredetentado” del mundo” y advierte que es “un accidente a la espera de suceder” porque si se produce una crisis del dólar, “¿a dónde iría el dinero?”

Por supuesto, con una divisa a tipo flotante, como el dólar de EEUU, la cuestión de la ubicación se refiera a qué cuentas se cargan y cuáles se abonan en  esa gran cuenta de mayor de los dólares de EEUU.

Le doy el beneficio de la duda y asumo que está dando a entender que si el deseo neto de ahorrar dólares de EEUU disminuyera, el tipo de cambio de la moneda caería y tal vez los términos de intercambio anuales para los Estados Unidos se deteriorarían. Por ejemplo, los términos de intercambio de los Estados Unidos serían peores si tuvieran que exportar más copias de Windows 98 por cada galón de petróleo que importaran.

Por ahora el deseo de ahorro neto en dólares de EEUU no ha disminuido internacionalmente, ya que los bancos centrales continúan utilizando el dólar de EEUU como su moneda de reserva, y varias naciones se empeñan en atender y pagar su deuda en dólares de EEUU. Además, al permitir que su saldo presupuestario entre en superávit, Estados Unidos ha creado un estrangulamiento de posiciones cortas universal sobre el dólar de EEUU. Esto condena a cualquier economía a la deflación y la contracción si su moneda está vinculada al dólar de EEUU, a menos que se devalúe inmediatamente. Y, al mismo tiempo, el superávit condena a los propios Estados Unidos a la recesión muy aguda y severa que creo que ahora se desencadena.

Permítanme abordar algunos fundamentos contables de los regímenes cambiarios fijos y flotantes utilizando como ejemplo el rublo ruso anterior al 17 de agosto de 1998.

El titular marginal de CUALQUIER depósito bancario en rublos, en cualquier banco ruso, podía elegri entre tres opciones antes del cierre jornada.

(Asumiré que todos los rublos están en el sistema bancario. El efectivo es irrelevante a los efectos de la argumentación que estoy haciendo con este ejemplo).

Las tres opciones son:

  1. Mantener rublos en una cuenta de compensación de pagos en el Banco Central
  2. Intercambiar saldos de compensación de rublos por otra cosa en el Banco Central.

2a. Comprar un GKO ruso (título del Tesoro ruso), que es una cuenta que devenga intereses en el Banco Central.

2b. Cambiar rublos por dólares al tipo de cambio oficial en el Banco Central.

A todos los efectos prácticos, 2a y 2b competirían entre sí. Rusia tuvo que ofrecer tasas lo suficientemente altas en sus GKOs para competir con la opción 2b. En ese sentido los tipos de interés eran endógenos. Cualquier intento del Banco Central de Rusia de bajar las tasas, tales como las de las operaciones de mercado abierto, habría resultado en una salida de reservas de dólares de EEUU. Las condiciones para un rublo estable no podían coexistir. El deseo neto de ahorrar rublos probablemente era negativo y la incapacidad de imponer las obligaciones tributarias resultó en un gasto deficitario aunque el gobierno trataba de reducir el gasto a la vez que una tasa de interés más alta de los GKOs aumentó ese gasto público aún más.

En ese momento, las tasas de GKO eran de alrededor del 150% anual, y solo los pagos de intereses equivalían al menos a todo el déficit presupuestario del rublo. Me pareció entonces que las tasas de interés más altas fueron el factor impulsor detrás del exceso de gasto en rublos que condujo a la pérdida de reservas de dólares de EEUU.

Con el dólar en alta demanda debido a una variedad de factores, tales como los planes de ahorro en dólares de EEUU domésticos fiscalmente privilegiados, las reservas de seguros, los fondos de pensiones y similares, y, exacerbando aún más la situación, lo que podríamos llamar una política fiscal estadounidense demasiado rigurosa, no existía, a todos los efectos, ninguna tasa de interés de GKO que pudiera detener la salida de reservas de dólares de EEUU.

La principal fuente de reservas de dólares fueron, por supuesto, los préstamos en dólares, tanto del sector privado internacional como de organismos internacionales como el FMI. El rublo estaba sobrevalorado, como lo demuestra el hecho de que las reservas de dólares salieron en cuanto estaban disponibles. El Tesoro ruso respondió ofreciendo tasas cada vez más altas en sus valores GKO para competir con la opción 2b, sin éxito. Esta incapacidad para competir con la opción 2b es lo que finalmente condujo a la devaluación bajo un régimen de tipo de cambio fijo.

Flotando el rublo

El 17 de agosto se anunció que la opción 2b, a todos los efectos, ya no estaba disponible. Esto significaba que el rublo era ahora una moneda flotante. La opción 2a ahora competía solo con la opción 1, por lo que la tasa de interés se volvió repentinamente exógena. Sería en adelante y solo podría ser la que el gobierno decidiera pagar cuando ofreciera sus GKO a la venta. Podría, por ejemplo, decidir pagar el 0%, y los saldos de compensación excedentarios no tendrían más remedio que permanecer como saldos excedentarios sin rendimiento por intereses. Eso haría que la tasa interbancaria pujara entre alternativas solventes a tipo 0.

Cuando estaba abierta la opción 2b la penalización por exceso de gasto público eran tasas más altas en los GKO y pérdida de reservas de dólar de EEUU. Con un tipo de cambio flotante, la penalización por exceso de gasto es el tipo de cambio del rublo.

Y estoy bastante seguro de que el gobierno aún no ha entendido que ahora puede emitir automáticamente valores de GKO a la tasa que quiera. Mientras tanto, el mercado nacional de GKO permanece cerrado y el sistema de compensación de pagos parece en gran medida disfuncional.

Juntas monetarias

Una junta monetaria, como la de Hong Kong, es una política de tipo de cambio fijo que difiere del caso ruso en que todos los depósitos bancarios no son convertibles ante la autoridad monetaria. De hecho, sólo esos dólares de Hong Kong ($HK) emitidos por la autoridad monetaria son convertibles. Estos se pueden mantener como efectivo o como saldos de $HK en el banco designado por la autoridad monetaria.

Si un titular de depósitos bancarios desea convertir su $HK a dólares de EEUU en la autoridad monetaria, primero debe retirar los fondos. Como los bancos no tienen suficientes reservas de $HK “reales” para todos los depositantes, los bancos pueden verse obligados a suspender los reintegros si los depositantes intentan exigir más $HK de los que el banco tiene a mano. Para obtener $HK adicionales para los depositantes, el sistema bancario debe obtener de alguna manera dólares de EEUU y cambiarlos por los $HK necesarios ante la autoridad monetaria.

La tasa de interés $HK se determina en el nivel de indiferencia entre endeudarse en $HK o endeudarse en dólar de EEUU .

De nuevo, enumero las “mismas” opciones para el tenedor marginal de $HK:

  1. Mantener el $HK como efectivo o saldo de compensación.
  2. Convertir a otra cosa en la autoridad monetaria

2a. Comprar títulos del Tesoro de $HK

2b. Convertir otra vez a dólares de EEUU en la autoridad monetaria.

Sin embargo, en este caso, 2a ya no cancela un saldo el sector privado en sistema de compensación de pagos, dado que el gobierno de Hong Kong no mantiene una cuenta en la autoridad monetaria, sino que debe usar una cuenta en el sector privado. Así que la opción 1. Sólo compite con la 2b.

La pregunta de por qué alguien querría OBTENER $HK puede responderse citando la convertibilidad a dólar de EEUU.

La pregunta que sigue es ¿por qué alguien querría MANTENER $HK? La respuesta es la tasa de interés más alta que se puede obtener en $HK respecto al dólar de EEUU.

Eso lleva a la tercera pregunta, que es ¿por qué alguien querría pedir prestado $HK a una tasa más alta de lo que podría pedir prestado dólar de EEUU? Una de las razones es el riesgo de devaluación. Con la devaluación el prestatario gana y el ahorrador pierde. De esto podríamos deducir que la razón por la que los ahorros se mantienen en $HK es porque la tasa de interés es más alta que la de la tasa de interés pagada por dólares de EEUU depósitos. Y, de hecho, se observa que la tasa de interés del $HK es siempre mayor que la de los dólares de EEUU. De lo contrario, en teoría, nadie tendría depósitos en $HK.

Bueno, eso explica por qué alguien tendría depósitos bancarios en $HK. Pero, de hecho, los $HK obtenidos de la autoridad monetaria no generan intereses. Entonces, ¿por qué alguien querría mantener esas posiciones, salvo para efectivo circulante? La respuesta son los requisitos de reservas bancarias.

Para obtener prestados $HK del sistema bancario, en el que los préstamos crean depósitos, los bancos deben tener suficientes reservas de $HK para respaldar los depósitos mayores así creados. Y para obtener esas reservas $HK, los bancos deben pedir prestados dólares de EEUU y cambiarlos por $HK en la autoridad monetaria. Es decir, los bancos deben mantener posiciones cortas en dólares de EEUU y largas en $HK para apoyar su actividad crediticia en $HK. La tasa de interés en $HK que cobran los bancos refleja este riesgo. Es el mismo tipo de riesgo al que se enfrenta cualquier depositante de $HK.

Los bancos deben mantener efectivo en $HK para atender las demandas de depositantes que quieran retirarlo. Los reintegros de efectivo en realidad convierten el dinero del depósito bancario en $HK reales para el cliente del banco.

Pero no hemos llegado aún al final de esta cadena de razonamientos. Hemos explicado por qué alguien tendría tanto $HK —en efectivo como en reservas bancarias requeridas por el coeficiente de encaje—, por qué alguien mantendría depósitos bancarios en $HK con tasas de interés más altas que los depósitos dólar de EEUU, y por qué alguien pediría prestado $HK —como una apuesta por la devaluación.

La pregunta final es: ¿por qué los vendedores de bienes y servicios reales quieren $HK, como lo demuestra el hecho de que fijan el precio de sus bienes y servicios ofrecidos para la venta en $HK?

La respuesta, por supuesto, es el Gobierno. Las obligaciones tributarias se denominan en $HK y los gastos del gobierno, incluidas las nóminas, se pagan en $HK. Si usted es una empresa o individuo que debe pagar impuestos en $HK tarde o temprano debe ofrecer algo a la venta a cambio de los $HK que necesita. Y, como las obligaciones tributarias son permanentes, es probable que haya un deseo de ahorro neto en la unidad de cuenta, aunque no sea para fines de transacción.

Riesgo de devaluación

No existe riesgo de que la autoridad monetaria se quede sin reservas de dólares de EEUU para entregar a los tenedores de $HK reales, convertibles. Siempre debería tener más dólares de EEUU de los que podría necesitar por la simple razón de que devenga intereses sobre sus reservas en dólares de EEUU y no paga ninguno sobre sus $HK emitidos. Dicho lo cual, en el caso de que  la autoridad monetaria interviniera y bajara las tasas de $HK haciendo compras con $HK recién emitidos, tal vez para combatir el desempleo, entonces sí estaría poniendo en riesgo esa misma cantidad de reservas en dólares de EEUU. Si emitiera más $HK que dólares de EEUU en reserva se presenta un riesgo real de devaluación forzada.

Aparte de este exceso de emisión, existe el riesgo de que la devaluación se implemente, no para proteger las reservas de dólar de EEUU, sino para detener la deflación y el colapso económico, particularmente porque la política fiscal estricta de los Estados Unidos se transmite automáticamente al $HK a través del mecanismo de convertibilidad. La economía de Hong Kong debe de alguna manera obtener dólares de EEUU para que la oferta monetaria de $HK se expanda con el crecimiento económico. Y, si pide prestados dólares de EEUU, debe pagar los intereses de esa deuda con dólares de EEUU. La única fuente neta de esos dólares de EEUU necesarios para apoyar una creciente oferta monetaria de $HK son las exportaciones netas. Con la caída de los precios mundiales de dólar de EEUU, Hong Kong se ve obligada a aceptar precios más bajos por sus exportaciones, reduciendo lo que pueden pagar los exportadores por salarios, y otros insumos de factores denominados en $HK. Esto conduce a una deflación general y a los problemas bancarios habituales asociados con la deflación y la caída de los precios de los activos. Los precios en $HK seguirán bajando hasta que las empresas exportadoras vuelvan a ser rentables. La caída de los precios $HK es el método por el cual se ajusta la oferta monetaria real $HK. El dolor real de tal ajuste podría hacer que fuera más atractiva políticamente y quizás menos dolorosa la alternativa de devaluar simplemente el $HK.

(lean el informe de noticias de Bloomberg sobre la economía de Hong Kong: cayó un 7% el trimestre pasado)

Casi me he saltado la cuestión de a qué anclar una moneda. El oro ha sido históricamente popular. Pero téngase en cuenta que, si los Estados Unidos hubieran estado en un patrón oro en los últimos años, y todo el movimiento relativo de los precios se hubiera mantenido igual, el movimiento en el oro de $ 400 / oz a $ 300 / oz se habría expresado como un salto en el nivel general de precios de alrededor del 35%. Sin duda, la Fed estaría subiendo las tasas agresivamente para combatir esta inflación, mientras que los tenedores netos de dólares de EEUU habrían puesto el grito en el cielo.

Esto se aplica a cualquier política de tipo de cambio fijo frente al tipo flotante exactamente de la misma manera. Por ejemplo, en términos de moneda local, las monedas vinculadas a los dólares de EEUU han experimentado deflación, mientras que las que tienen monedas flotantes, han experimentado inflación.

En el largo plazo, sospecho que el salario nominal para la mano de obra no calificada es probablemente el precio más estable de cualquier economía, lo que respalda la afirmación de que el SPB maximiza la estabilidad de precios nominales en una economía de mercado.

Política de empleo y tipo de cambio.

Rusia tiene un problema masivo de desempleo y subempleo. Con su régimen de tipo de cambio fijo, la política tradicional de gestión de la demanda, como el aumento del gasto deficitario en rublos, simplemente resultaba en una pérdida inmediata de las reservas de divisas. Tampoco se podían reducir las tasas de interés mediante compras adicionales de activos por parte del Banco Central, ya que los rublos adicionales se convertirían inmediatamente a dólares de EEUU en el Banco Central. (Tal vez mi sugerencia de reducir los intereses que el Tesoro ofrecería pagar por los GKO habría reducido suficientemente el gasto en rublos, pero esa posibilidad no se tomó en consideración). La única forma de mantener la paridad fija era aumentando las aportaciones de dólares de EEUU hechas por entidades extranjeras. En teoría, la estabilidad podría alcanzarse cuando los Estados Unidos entregaran suficientes dólares de EEUU mediante un gasto deficitario de los Estados Unidos para inflacionar el dólar de EEUU hasta una tasa equivalente a la inflación del rublo. Ni que decir tiene que tal cosa no iba a suceder.

Hoy, con un rublo flotante, Rusia tiene la capacidad de participar en la política tradicional de gestión de la demanda. Podría aumentar el gasto pagando los precios de mercado de los bienes y servicios. Sin embargo, eso se ha intentado y parece conducir a niveles de inflación muy superiores al 100% anual. La elasticidad precio de los artículos ofrecidos a la venta parece ser muy alta, ya que, al parecer, pequeñas compras hacen subir los precios rápidamente. Tal vez esto se deba a una capacidad verdaderamente limitada para expandir la producción a corto plazo. Y se añade la limitada capacidad para hacer cumplir las obligaciones tributarias.

Sin embargo, la propuesta política de Bill Mitchell o Randall Wray sobre el SPB difiere cualitativamente de la política tradicional de gestión de la demanda. Con su forma única de pleno empleo y estabilidad de precios, podría muy bien transformar instantáneamente la economía rusa en algo “menos miserable”. Sí, la corrupción, el despilfarro, la falta de estructura legal, etc., seguirían ahí. Pero, sin embargo, la vida probablemente sería menos miserable para gran parte de la población.

La diferencia importante es que con el programa de SPB, se ofrece un empleo de servicio público a un salario determinado exógenamente. Simplemente ofrecer el trabajo del SPB al salario prescrito cumple la misión, independientemente del número de tomadores o la cantidad de rublos gastados. Existe una distinción muy real entre, por un lado, pagar un salario lo suficientemente alto como para contratar a un número determinado de personas gastando una cantidad determinada de rublos y, por otro lado, simplemente ofrecer el salario del SPB y aceptar a quien se cruce en su camino. El primero puede ser altamente inflacionario, mientras que el segundo nunca puede ser inflacionario más allá de un ajuste único. Sí, este ajuste único podría reducir drásticamente el salario real del SPB, según lo determinado por algún índice. Sin embargo, eso representaría el valor de mercado actual de la mano de obra del SPB vendida al gobierno. El salario del SPB podría entonces aumentarse. Sin embargo, debe reconocerse que esto probablemente devaluaría aún más la moneda con otro ajuste único.

Con cualquier moneda impulsada por impuestos, el nivel de precios es una función de los precios pagados por el gobierno cuando gasta y la garantía exigida cuando presta. En otras palabras, el nivel de precios es una función de lo que el gobierno obliga a los contribuyentes a hacer para obtener las unidades necesarias de esa moneda. Consideren que, en el caso de Argentina, junto con su regla monetaria de caja convertibilidad, ha prohibido la indexación del sector público. La inflación cayó rápidamente y la paridad se pudo mantener políticamente. El electorado parecía reconocer que cambiar el salario nominal no cambiaría el salario real. Desafortunadamente, no se dieron cuenta de que poner fin a la indexación era suficiente y añadieron una innecesaria política de convertibilidad.

Sugiero que el desempeño económico sufrido en Argentina se debe a la adición de la junta monetaria después de finalizar la indexación, y el sufrido en Rusia, a la incapacidad de reconocer del mecanismo de tasa de interés asociado con una moneda de tasa flotante.

En cualquier caso, si Rusia eligiera una combinación de su actual régimen de tipo de cambio flotante y una política de pleno empleo del SPB, al menos habría una apariencia de pleno empleo con la ventaja añadida del beneficio real de la producción necesariamente aportada por los nuevos empleados públicos. Y al menos se daría la posibilidad de que surgiera de nuevo el sector privado al restaurarse una moneda funcional. Esto debería ser un gran paso adelante con respecto a la política actual, incluso sin más ajustes institucionales, aunque sin duda esos también serían útiles, en especial una reforma tributaria y de la estructura legal general. Y es una solución basada totalmente en moneda local. No se requiere la participación extranjera.

Resumen: Política de tipos de cambio fijos

Si un gobierno elige una política de tipo de cambio fijo y, al mismo tiempo, intenta lograr el pleno empleo, podría muy bien perder sus reservas de divisas. Las tasas de interés aumentarían, como indica la caída del precio a plazo de la moneda, mientras que el precio al contado queda respaldado por un grupo decreciente de reservas de divisas. Esto podría suceder con un programa de SPB o un aumento del gasto más tradicional.

En cualquier caso, las tasas de interés más altas pueden acelerar la pérdida de reservas de divisas de dos maneras. En primer lugar, las tasas más altas podrían reducir las ganancias de las empresas y el gasto de los consumidores, desacelerando la economía y reduciendo los pasivos tributarios. En segundo lugar, la tasa de interés más alta que el gobierno debe pagar por los préstamos entrega más moneda al sector privado en forma de ingresos por intereses.

Además, si el gobierno intenta endurecer la política fiscal, puede desacelerar la economía y, por lo tanto, reducir los pasivos tributarios, debilitar la moneda y perder reservas de divisas.

Dicho esto, si las obligaciones tributarias crecieran más rápido que el gasto público debido a la naturaleza de la estructura tributaria y la estructura de préstamos institucionales, dicho crecimiento podría estar asociado con la fortaleza de la moneda. Este es el modelo reciente de Estados Unidos. El crecimiento ha sido impulsado por un avance acelerado del crecimiento del crédito al sector privado, tanto que la tasa de ahorro se ha vuelto negativa quizás por primera vez en la historia. Sin embargo, aunque esta expansión del crédito ha sostenido el crecimiento del PIB y el empleo total, no ha sido suficiente como para sostener el crecimiento de las ganancias empresariales. Y, una economía impulsada de esa manera puede terminar muy mal, ya que la expansión del crédito sin expansión de los ingresos representa aumento del apalancamiento financiero. La madre de todas las burbujas Minsky pende sobre nuestras cabezas.

Política de tipos de cambio flotantes

Con una moneda de tipo de cambio flotante, las tasas de interés se establecen exógenamente y las reservas de divisas no están en riesgo. Por lo tanto, la política de pleno empleo puede lograr el pleno empleo sin riesgo de pérdida de reservas de divisas. Sin embargo, la moneda podría depreciarse, lo cual examinaré ahora.

Se puede argumentar que la política de pleno empleo podría resultar en la depreciación del valor cambiario de la moneda. Sin embargo, hay que observar el efecto sobre las importaciones y exportaciones para determinar las implicaciones políticas. Si las importaciones totales siguen siendo las mismas, y sólo cambia la distribución de las importaciones, el efecto macro es sólo la redistribución del consumo de las importaciones. Si las importaciones aumentan, a nivel macro se mejora el bienestar de la población. La única razón para comerciar es importar. Por lo tanto, sólo si el volumen unitario total de las importaciones cae podría darse el caso de que el bienestar se haya visto disminuido.

Asimismo, las exportaciones son el costo macro de las importaciones. La combinación se llama términos de intercambio. Maximizar el volumen unitario de las importaciones en relación con las exportaciones es la forma en que una población maximiza sus términos de intercambio. Por ejemplo, si el volumen unitario de las importaciones aumenta más que las exportaciones debido a la depreciación de la moneda, el país está mejor.

Todavía no he visto a nadie argumentar que la política de pleno empleo disminuye los términos de intercambio a través de la depreciación de la moneda, inducida por cualquier ingreso nacional adicional debido al aumento de los gastos netos del gobierno.

Además, sin pleno empleo, el concepto de ventaja comparativa no existe, y el comercio a menudo simplemente sirve para facilitar una carrera hacia el fondo. Los negocios y la producción fluyen hacia las áreas con el mayor desempleo y los costos laborales más bajos. Por lo tanto, para atraer empresas extranjeras, una nación debe mantener altos niveles de desempleo, así como ofrecer un alto potencial de ganancias. Ninguno de los dos es bueno para la población doméstica. Esta política lamentable pero casi universal se está perpetuando aún más por un malentendido fundamental y costoso de cómo operan las monedas.

El SPB de Bill Mitchell y el ELR (Employer of Last Resort o empleador de último recurso) de Randy Wray reintroducen implícitamente la ventaja comparativa como la fuerza impulsora del comercio exterior. Proporcionan el marco estructural que pone en marcha los tipos de fuerzas e incentivos del mercado que sugiero que son mucho más deseables para la población en general que los que existen hoy en día.

Tributación

La fuente de las obligaciones tributarias marca la diferencia. Los impuestos sobre las transacciones, como los impuestos sobre la renta y los impuestos sobre las ventas, suben y bajan bruscamente con la actividad económica. Esto, por supuesto, es una fuerza anticíclica y proporciona un grado de libertad, además de la tasa de cambio, cuando se consideran las ramificaciones de la política fiscal.

Los impuestos sobre los activos, por otro lado, generalmente generan pasivos fiscales altamente estables y predecibles y, por lo tanto, no proporcionan un grado significativo de libertad cuando se trabajan las ecuaciones de moneda.

Con dos grados de libertad -un impuesto a las transacciones y una tasa de cambio flotante- los cambios en la política fiscal quedan menos determinados que con solo uno.

Por ejemplo, el endurecimiento de la política fiscal puede conducir a una reducción de las obligaciones tributarias en la consiguiente desaceleración económica y, por lo tanto, no fortalecer la moneda.

Se ha prestado poca atención a este aspecto de la estabilidad y el control de la moneda. Sugiero que los pasivos fiscales primarios basados en activos, como los bienes raíces, deberían agregar un elemento de control y estabilidad a una moneda de tipo de cambio flotante y un programa de SPB.

Política Nacional y Política

Con el pleno empleo como objetivo nacional, creo que una divisa de tipo de cambio flotante es la única esperanza de un éxito sostenible.

Dado un tipo de cambio flotante, la gestión tradicional de la demanda tal vez pueda sostener el pleno empleo, pero solo a través de una política que mantenga mercados laborales tensionados y quizá episodios de inflación que puedan resultar lo suficientemente aterradores como para poner fin a la política de pleno empleo.

El SPB, por otro lado, permite una política macroeconómica discrecional que se dirige a los mercados laborales lo suficientemente flexibles para un nivel deseado de estabilidad de precios.

Puntos adicionales relativos a la SPB.

Los empleados en el SPB nunca parecerán estar demasiado bien pagados ni un derroche de dinero a través de las fuerzas ordinarias del mercado.

Un mercado laboral vigoroso exige una coyuntura vigorosa. En el mercado competitivo de hoy, los negocios no son vigorosos y, por lo tanto, la mano de obra tiene poco poder. De hecho, prevalece una carrera mundial hacia el fondo, en lo que respecta a los negocios y el trabajo. El SPB es el único vehículo que puede introducir beneficios adicionales para la mano de obra, aunque esta vez de abajo arriba, en lugar de arriba abajo. En última instancia, todas las empresas deben competir con la retribución ofrecida al empleado del SPB. Por lo tanto, cabría esperar que un electorado de trabajadores dispersos desarrollara y apoyara a los políticos que introdujeran beneficios reales para los integrantes del SPB. Estos podrían incluir atención médica, vacaciones, apoyo educativo, cuidado infantil, etc.

La presunción del motivo de servicio público se ve disminuida si el gobierno paga precios de mercado.

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