NOVEDAD EDITORIAL
Esta obra colectiva y multidisciplinar coordinada por Stephen Williams y Rod Taylor es una aportación importante al análisis del cambio climático y su gestión desde la perspectiva de la teoría monetaria moderna. Los autores brindan nuevos conocimientos y la esperanza de una prosperidad sostenible dados los desarrollos recientes en la economía, pero solo si se toman medidas rápidas y vigorosas coherentes con los límites biofísicos de la Tierra y los principios de justicia.
Una cosa es poner límites a la producción de recursos y la generación de desechos para ajustarse a la biocapacidad de la ecosfera. Otra cosa es asignar eficientemente una tasa sostenible de producción de recursos y garantizar que se distribuya equitativamente en forma de bienes y servicios finales. Si bien las decisiones separadas pero interdependientes con respecto al rendimiento, la distribución y la asignación son la esencia de la economía ecológica, lidiar con ellas en un mundo que necesita curar su adicción al crecimiento requiere una comprensión realista de la macroeconomía y la capacidad fiscal de los gobiernos centrales emisores de moneda. La prosperidad sostenible exige que aprovechemos esta comprensión para regular cuidadosamente la tasa de producción de recursos y manipular los resultados macroeconómicos para facilitar el florecimiento humano.
El libro comienza describiendo la situación actual de la humanidad de rebosamiento ecológico brutal y lamenta el medio siglo de oportunidades perdidas desde la publicación de Los límites del crecimiento (1972). Lo que alguna vez fue crecimiento económico se ha convertido, en muchos países de renta alta, en un crecimiento antieconómico (costos incrementales que superan los beneficios incrementales), que ya no promueve el bienestar. Mientras tanto, las naciones de renta baja necesitan una dosis de crecimiento eficiente y equitativo para escapar de la pobreza mientras protegen su medio ambiente y los bienes comunes globales.
El libro aboga por una síntesis de nuestro creciente conocimiento de la limitada capacidad de carga de la ecosfera y el poder de los gobiernos para aprovechar, transformar y distribuir recursos para el bien común. El centro de esta síntesis debe ser una comprensión correcta de la diferencia entre las limitaciones financieras y las limitaciones de recursos reales. Si bien lo último aplica a todos, lo primero no aplica a los gobiernos centrales emisores de moneda, que tienen mucha más capacidad para tomar medidas correctivas de lo que percibe el pensamiento dominante.
El libro se une al creciente coro de autoridades que piden una revisión completa del sistema económico dominante. Concluye con recomendaciones de política basadas en una nueva economía que, de implementarse, estarían cerca de garantizar un futuro sostenible y próspero.
Al leer este libro, al menos una cosa debería quedar muy clara: seguir como hasta ahora no es una opción viable.
Se puede adquirir tanto en copia física como virtual en este enlace de la editorial.