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El deseo de la Fed de mantener la tasa objetivo de interés interbancario vincula el gasto del gobierno, que agrega reservas al sistema bancario, con los impuestos y endeudamiento del gobierno, que drenan las reservas del sistema bancario.
Bajo un sistema monetario fiduciario, el gobierno gasta dinero y luego toma prestado lo que no grava, porque el gasto deficitario, si no se compensa con préstamos, provocaría una caída del tipo interbancario.
La Reserva Federal no tiene el control exclusivo de los saldos de reservas. Los saldos de reservas pueden verse afectados por la propia Tesorería. Por ejemplo, si el Tesoro vende $ 100 en valores, aumentando así el saldo de su cuenta corriente en la Reserva Federal en $ 100, las reservas disminuyen del modo que si la Reserva Federal hubiera vendido los valores. Cuando cualquiera de las entidades gubernamentales vende valores gubernamentales, los saldos de reserva disminuyen. Cuando cualquiera de los dos compra títulos públicos (en este caso, el Tesoro estaría retirando deuda) las reservas en el sistema bancario aumentan. Las limitaciones monetarias de un objetivo de interés interbancario dictan que el gobierno no puede gastar dinero sin pedir prestado (o gravar), ni puede pedir prestado (o gravar) sin gastar. El imperativo financiero es mantener en equilibrio el mercado de reservas, no conseguir dinero para gastar.
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Economía de la divisa blanda: 11. La cuenta de mantenimiento del tipo de interés (IRMA)
Traducción de Stuart Medina Miltimore