Por Enrique Arechiga, miembro de Red MMT en México
El desempeño de la economía mexicana a lo largo de décadas ha mantenido los postulados del consenso de Washington, los cuales se comenzaron a implementar en los años ochenta (1982-1988), bajo el gobierno de Miguel de la Madrid. Conforme a este consenso la política económica mexicana hasta el 2019 ha mantenido los siguientes postulados: equilibrios macroeconómicos, apertura de la economía a los flujos de capital y mercancías, libertad de mercado, disciplina fiscal, tipo de cambio “flexible” y aumento de las exportaciones no petroleras.
Sin embargo, con lo anteriormente mencionado, el comportamiento de la economía mexicana no ha sido nada satisfactorio. Como podemos observar en el siguiente gráfico, el crecimiento promedio del Producto Interno Bruto (PIB), no ha dejado de menguar desde los años ochenta al finalizar el gobierno de Peña Nieto fue del 2.2%. Para un país que necesita mejorar los niveles de vida de gran parte de la población esta tasa de crecimiento es claramente insuficiente.
Fuente: Elaboración propia en base a datos del INEGI
En México se logra la alternancia política con la llegada de MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional) al gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Pero éste llega acompañado de Carlos Manuel Urzúa como secretario de Hacienda, un neoliberal confeso, por lo cual el viraje de la política económica es de 360°, es decir se mantiene en el mismo horizonte que los gobiernos anteriores. Solo hay que observar las previsiones para el año 2019, que vienen dictadas en el paquete económico. Dentro de las principales mencionaremos 1,5% a 2,5% crecimiento del PIB, nada diferente a sus antecesores en Hacienda, con una inflación de 3,40% anual y una tasa de interés de 8,3%. Por lo cual Urzúa plantea lo siguiente para el presupuesto fiscal 2019:
- Recorte al gasto publico
- Manejo responsable de las finanzas publicas
- Autonomía del banco central
- Liberalización del sector financiero
- Libre comercio
Teniendo como punto fundamental la austeridad, acompañado de una restructuración del gasto público, evitando recurrir al déficit fiscal y al aumento de deuda, dicha política solo mandará señales a los mercados de que se mantendrá la llamada “responsabilidad fiscal” y por consecuencia solo podemos esperar que siga sin desarrollarse la industria y se perpetúen el bajo crecimiento, la alta economía informal, la extranjerización de los sectores estratégicos de la economía, los bajos salarios, etc.
Cabe reseñar que la austeridad fiscal no ayuda a tener una menor inflación, ni estabiliza el tipo de cambio, ni disminuye la deuda. Mas por el contrario mantiene una constante presión sobre los precios y las importaciones, incrementa la desigualdad del ingreso, recorta el gasto de inversión, disminuye el bienestar social, reduce el tamaño del estado y deprecia el tipo de cambio. En otras palabras “la austeridad fiscal destruye todo el anclaje de estabilidad en la economía real (Parguez, 2012)”.
Tenemos que recordar que la economía mexicana viene trabajando bajo un entorno de equilibrio fiscal, lo cual implica no aumentar la demanda ni el mercado interno. Por lo anterior el consumo de las familias mexicanas no crecerá a pesar del incremento del salario mínimo que pasó de $88.36 a $102.68 pesos mexicanos diarios, pues no habrá aumento del empleo de manera significativa, debido a los recortes presupuestarios. Tampoco se desarrollará la inversión privada nacional vía los incentivos fiscales establecidos en la frontera norte, ya que lo que realmente se requiere es aumento de demanda y no subsidios que difícilmente animarán a los empresarios a invertir. Los hombres de negocio invierten cuando saben que van a comprar sus productos, no cuando les dan incentivos fiscales. Pero esta demanda no aparecerá merced a la política fiscal restrictiva del gobierno. Si agregamos las altas tasas de interés, la política de austeridad fiscal, todo ello aunado al menor crecimiento de las exportaciones debido al proteccionismo que está llevando a cabo los Estados Unidos, entonces cabe esperar que se avecina un escenario de desaceleración económica para México en el 2019.
Añadamos que se estableció una estabilidad en la política monetaria y cambiaria desde diciembre de 1987. Dichas políticas están instrumentadas solo para mandar señales a los mercados de estabilidad, de reducción de presiones de demanda sobre el sector externo para mantener la convertibilidad de la moneda estable. Wray indica que “cuando se insiste en restaurar la estabilidad y mientras permanezcan los gestores monetarios solo estaremos garantizando que habrá otra crisis sistemática en pocos años” (2009).
En conclusión se combinan una débil demanda interna derivada de bajos salarios y una pésima distribución del ingreso más una política de recorte presupuestario. Esto tiene como consecuencia el bajo crecimiento, la elevación del desempleo, la restricción del mercado interno y el menor ingreso para las empresas que se traduce también en menor renta para los individuos. Lo anterior es un claro ejemplo de la política económica de México en los últimos años hasta el actual paquete económico 2019, que debía haber dado un viraje al manejo de política fiscal neoliberal que prevalecía en México. Ésta exigía flexibilizar el tipo de cambio para poder incrementar el gasto público y con esto llevar a una disminución de las tasas de interés, lo cual ayudaría a la generación de empleos y reactivación de la actividad económica.
Como indica Pavlina Tcherneva, un gobierno responsable es aquel que vincula su gasto deficitario a la producción y al empleo (2010). Si se quiere evitar un estancamiento, el gobierno debe trabajar con gasto deficitario. Añadamos que se requiere de más Estado y no menos, como hasta ahora se ha venido practicando a través de las llamadas reformas estructurales.
El Estado debería cumplir con las siguientes prioridades:
- Generar empleo que no es absorbido por el mercado
- Evitar el incremento de la desigualdad del ingreso
- Regular el sector financiero y el externo
Dice Randall Wray que el “gobierno debe crecer más rápido que la economía” (Wray, 2008). Mas, en lugar de fortalecer la esfera productiva, lo cual ayudaría a disminuir nuestro déficit de comercio exterior, así como, también aliviar la alta dependencia de la entrada de capitales, se mantiene la política neoliberal que en México servirá de poco para aportar al crecimiento económico y a un menor desempleo, etc. Como menciona Lerner “el equilibrio presupuestario no es funcional, ya que no va en pos de la utilidad pública, la cual, entre otras cosas, incluye el pleno empleo”.
Los problemas de crecimiento económico que ha padecido México desde hace décadas se agravan con la política fiscal restrictiva continuada aún en el 2019. Así debemos interpretar la decisión del consejo de estabilidad del sistema financiero presidido por la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el 19 de Marzo 2019, la cual indica que se debe mantener la estabilidad de precios, estabilidad financiera y disciplina fiscal, ante el cambio de perspectivas de calificación de estable a negativa por parte de tres calificadoras, Moodys, Standard & Poors y Fitch. Estas entidades son las mismas que se cubrieron de gloria cuando no fueron capaces de anticipar la crisis de los bancos de inversión americanos que desencadenó la crisis financiera global iniciada en 2007. Sorprende pues que un estado dotado de soberanía monetaria tome en cuenta las calificaciones de unas entidades notoriamente incompetentes y corruptas.
La presidencia de AMLO resulta decepcionante por su continuismo con las políticas neoliberales. Otra oportunidad perdida para una izquierda que queda reducida a la impotencia gracias a su sometimiento a los principios económicos neoliberales.
Referencias
Criterios generales de política económica, (2019). Ciudad de México, México.
Ornelas Delgado Jaime. “La economía Mexicana en el gobierno de Vicente Fox (2000-2006)”. Foro económico.
Padilla Aguilar Felipe de Jesus, German Ramirez Ma. Teresa. “The mexican economy during the PAN governments. Trayectorias. UANL, Monterrey, Nuevo Leon, Mexico.
Parguez, A. (2012). “Modern Austerity Policies: Analysis of the economics of decadence and selfdestruction”. En Eastern Economic Association conference, Boston, EE.UU.
Wray, R (2009). “The return of big government”. Levy Economic Institute of Bard College, Public Policy Brief 99.
Wray, R (2008). “Demand constraints and big government”. JEI, XLII, 153-173.
Wray, R (2015). “Teoría monetaria moderna: manual de macroeconomía sobre los sistemas monetarios soberanos”. Lola books.