Si el gobierno mantiene su política de intentar tener superávit las provincias van a tener problemas para poder sostener sus cuentas públicas.
Los gobernadores de algunas provincias “agrícolas” (Santa Fé, Entre Ríos y Córdoba) se reunieron para reclamar al gobierno la eliminación de las retenciones y para explicar que con la actual situación el campo “se puede fundir”.
Toto Caputo salió a responderles diciendo que por ahora no pueden bajar impuestos y los invitó a bajar ingresos brutos. Un par de días después anunció la baja de algunas retenciones, por un tiempo.
El conflicto Nación/Provincias va a crecer en 2025 y no tendrá solución mientras el gobierno nacional insista con el superávit fiscal. Es un típico caso de la sábana corta.
La explicación se reduce a la aritmética más básica.
Si el gobierno tiene superávit y recauda más pesos de los que entrega (gasta), en el otro lado del mostrador el resto de la sociedad necesariamente tendrá déficit de pesos (recibe menos pesos de los que entrega). Aritmética.
Por eso cuando el gobierno nacional intenta tener superávit las provincias entran en problemas fiscales.
Es cierto, probablemente las provincias pueden bajar muchos gastos pero aca no estamos hablando del tamaño del gasto sino de la diferencia entre ingresos y egresos.
No es casualidad que “justo” cuando el gobierno de Alberto Fernandez era irresponsable y tenía un déficit altísimo las provincias fueran todas “responsables” y tuvieran superávit. Pensemos que hasta aquellas gobernadas por kirchneristas tenían superávit.
No es casualidad que Cavallo le eche la culpa de la caída de la Convertibilidad al endeudamiento “irresponsable” de las provincias que coincidió con el ajuste fiscal a nivel Nación (tratando de salvar la paridad cambiaria).
Como pudieron tener superavit las provincias durante 2024 si el gobierno también tuvo superávit?
Simple, porque el superávit del gobierno en 2024 vino con trampita. El año pasado Nación emitió pesos por distintas vías: para pagar deuda (Leliqs, pases pasivos, Lecaps, etc.), para comprar dólares (sobre todo en el primer semestre) y para comprar argendólares (sobre todo en el segundo semestre).
Esos fueron los pesos que usó la sociedad para que las cuentas provinciales tuvieran superávit.
Pero en 2025 gran parte de aquello se acaba. Salvo por lo que pueda aportar la energía el gobierno ya no compra dólares netos, el sector privado no podrá endeudarse en dólares eternamente y a parte la emisión para intereses en pesos es cada vez menor por la baja de la tasa.
Como dije, es un juego de la sábana corta y el conflicto con provincias va a crecer cada vez más.
Spoiler. Obviamente las provincias no pueden tener déficits recurrentes porque quiebran. Con lo cual si Nación no emite por las vias mencionadas eventualmente volverá a tener déficit fiscal…por las malas.